Fincas al aire libre
Bodas en fincas al aire libre
Parece que las bodas en fincas al aire libre son algo actual, y de hecho, sí que es cierto que, de un modo abrumador, han venido poniéndose de moda en estos últimos años. Tan de moda que últimamente casi no existen bodas celebradas en interiores. E incluso los hoteles, salones y lugares de celebración que no disponían de un mínimo de zona verde la han creado para la ocasión. ¿Será que somos más conscientes del cambio climático o que volvemos a necesitar el contacto con la naturaleza, y no tanto con el asfalto?
Historia de bodas en fincas al aire libre
Sin embargo, no podemos negar que alguna boda al aire libre se ha celebrado históricamente, aunque no fuera tan común. De hecho, el pasado año, sin ir más lejos, pudimos celebrar los 50 años de lo que fue “La Boda del Año” en el año 1971: la boda entre Julio Iglesias e Isabel Preysler , un 29 de enero de 1971 en la todavía hoy existente “Quinta de Illescas”, en la provincia de Toledo. Cierto que el motivo principal de que se celebrara en ese lugar es que se trata de una finca para bodas que dispone de una iglesia en su interior, ofreciendo así la exclusividad deseada. Pero además, casi pioneros para la época, se trató de una boda de invierno, algo tan de moda en la actualidad, celebrada en una finca, lo cual probablemente tan sólo se podría imaginar para las bodas ideadas en verano, y desde luego con previsión de buena climatología.
La influencia anglosajona
Lo cierto es que en la actualidad, quizá por influencia anglosajona –cuyas tendencias siempre acaban convirtiéndose en moda años después en Europa-, y, desde luego, y a pesar de que ya venían pisando fuerte desde hace ya varios años a través de la influencia de las tendencias boho chic y las modas de celebrar en ambientes naturales, enraizadas con entornos rurales y campestres, la llegada del Covid-19 a nuestras vidas las ha catapultado al éxito.
Celebración del banquete en exteriores
Claro que las bodas a las que acudíamos antaño no es que carecieran absolutamente de elementos naturales. Todos recordamos antiguos complejos hoteleros con gran proyección de eventos, provistos de hermosos jardines por los que pasear y entornos paisajísticos con hermosas vistas naturales. Lo que prácticamente no ocurría en ellos era la celebración del banquete en sus exteriores; como mucho nos podíamos permitir el vermut previo al convite y el paseo posterior. Incluso el baile se llevaba a cabo en los salones interiores.
Celebrar bodas en espacios al aire libre
.Y es que las modas y las tendencias ocurren por algo: las bodas y los eventos que se celebran en este tipo de espacios al aire libre, lugares tan insólitos y singulares, dotados de tanta personalidad y cuya protagonista por excelencia es la naturaleza… son tremendamente atractivos y lucen mucho más por varias razones. La luz natural, el ambiente bucólico que le ofrece la vegetación, los jardines, los espacios verdes, el oxígeno que se respira en el ambiente, los colores y los aromas que lo impregnan todo de sensaciones y de emociones…
Por el contrario también debemos tener en cuenta que son más difíciles de organizar y que contar con una empresa o wedding planner/designer experta en coordinar todos los aspectos que se pueden dar en una boda al aire libre puede ser absolutamente trascendental para conseguir el éxito en ella.
5 Ventajas de las fincas para bodas
- Te ofrece el máximo de personalización. Lo podrás organizar y planificar todo a tu gusto. Desde la decoración, la ambientación, la organización de los lugares o seatings, hasta el propio catering o banquete. Sabiendo equilibrar la parte natural que nos ofrece el entorno con los elementos artificiales que precisemos, el resultado puede ser mágico y deslumbrante, no sólo para los anfitriones sino también para los invitados.
- Por otro lado, te brinda una privacidad y una exclusividad que ningún otro espacio puede ofrecerte. Si la finca es propia, por supuesto, pero si es de alquiler o contratada para el evento, lo más común es que se contrate en exclusiva para el mismo.
- La comodidad es también otro de los factores positivos a valorar. Las fincas suelen ser lugares muy amplios, con grandes dotaciones de terreno, provistos de lugares capaces de albergar un parking para los vehículos de los asistentes al evento. Incluso con adaptación plena para discapacitados sin grandes barreras que impidan sus accesos y movilidad.
- Esencial también es la gran versatilidad que ofrece, dejando la puerta abierta a la existencia de diferentes espacios destinados a que cada uno de los asistentes pueda estar en el ambiente deseado en cada momento. Por supuesto, provistos de espacios suficientes para que los más pequeños puedan divertirse y jugar sin peligro. Igualmente con rincones especialmente destinados a la tranquilidad y la comodidad de los mayores, o los destinados a la música y a la fiesta.
- Pero si hay un elemento clave en una boda al aire libre es la iluminación que ofrece. La luz natural, especialmente si se trata de un día soleado, resulta especialmente atractiva para la decoración de los lugares, pero tremendamente agradecida en la fotografía y el video del evento. Luz natural que se puede complementar, especialmente en el atardecer y la noche, con elementos de iluminación artificial para los distintos lugares en que se celebre el evento, dejando la posibilidad abierta a diferentes espacios y ambientes.